Hablando paja

La expresión que he escogido para el título de hoy no viene en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española pero es una expresión frecuente en diferentes zonas de varios países sudamericanos y me gusta por lo expresivo de la imagen que evoca.

Hablar paja significa hablar sin decir nada, sin sustancia, sin contenido, sin valor, o sea paja por contraposición a grano. 

Y esto es lo que últimamente parece invadir los medios de comunicación españoles, especialmente en las versiones electrónicas. 

La sencillez e inmediatez con la que todos podemos exponer nuestro punto de vista acerca de las más variadas cuestiones, la protección que ofrece el anonimato a la hora de defender puntos de vista que mucha gente no se atrevería a firmar y la impunidad que ese anonimato otorga al insulto han demostrado ser alicientes irresistibles. 

Y las consecuencias están a la vista: basta un breve recorrido por los comentarios de las principales noticias en cualquier periódico nacional, los mensajes de texto sobreimpresos en los debates de televisión, las llamadas telefónicas a esos mismos programas... las aportaciones a twitter de según qué energúmenos... 

A tal punto que la proporción entre grano y paja me atrevería a decir que no pasa del 10% en ninguno de estos medios... en el mejor de los casos. 

Posiblemente sea una parte del precio a pagar por la libertad de expresión, pero si una sociedad libre es una sociedad educada entonces estamos muy, muy lejos de ello. 

Hoy, precisamente hoy, que se ha publicado mi nombre como vocal de la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual, en un medio al que, de toda mi trayectoria profesional y mi currículum académico sólo le ha parecido relevante mi paso por la empresa Santillana (perteneciente al grupo Prisa) creo que es un día estupendo para publicar esta entrada. 

Soy licenciada en Ciencias Físicas y funcionaria de carrera, del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información; aprobé la oposición, con el número 1, en 1996. 

Juré cumplir las leyes, empezando por la Constitución, que me obliga a servir "con objetividad los intereses generales y actuar de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho".  

Y eso hago, en la Comisión y fuera de ella. 

Publico este blog con mi propio nombre y tengo una cuenta en twitter también con mi verdadero nombre. No uso seudónimos ni disfraces.

Agradezco los comentarios, observaciones y aportaciones, tanto aquí en mi blog como en twitter, pero no estoy dispuesta a perder ni un milisegundo en contestar a gente que insulta amparándose en el anonimato o que opina de lo que no sabe. Y muchísimo menos a darles ocasión de promocionarse a través de mis seguidores en uno u otro medio. 


¿Sabes qué? Que no soporto a la gente que habla paja.

Así que ¡Bach al rescate!la Cantata 18,que habla del poder de la palabra como semilla.



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